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Hoy continuamos con la historia de
Shocker, el mil por ciento guapo. Ya nos enteramos de sus inicios como luchador olímpico, la influencia que tuvo su padre, el
Pato Soria, para
que decidiera ser gladiador, su debut en el CMLL y lo complicado que
fue ganarse un lugar en la empresa. También nos trasladamos a sus
grandes victorias, que fueron las máscaras de
Kahoz y
Rey Bucanero, así como su derrota contra
Mr. Niebla, que marcó el nacimiento del mil por ciento guapo...
Pero ¿por qué el guapo, Shocker?
“Lo que se ve no se juzga, lo de guapo es por el
Negro Casas, ya que siempre se refería a mí como el guapo, y de ahí, al perder la máscara me puse el mil por ciento guapo”.
Los éxitos no se hicieron esperar, pues la popularidad del recién
destapado estaba por los cielos. Triunfos y fama eran el pan de cada día
en la historia del luchador, pero cuando todo parecía miel sobre
hojuelas
Shocker dejó el Consejo para emigrar a la Triple A, en la que su paso no fue lo mejor, según reconoce él mismo:
“En Triple A me fue bien, aunque me pudo ir mejor, pues siendo
honestos creí tenerlo todo y comencé a echar un poco la flojera, no era
el
Shocker de antes”.
Y, ahora, retomar su lugar le ha costado más trabajo de lo que él pensaba:
“No he tenido la oportunidad de mantenerme, pues me echo mucho en mis
laureles. Me da igual, me confío en mi buena fortuna y me despreocupo”.
La fama que Jaír Soria ha ganado no ha sido fácil de sobrellevar, pues en ocasiones ha perdido el piso, y no solo eso.
“No es fácil la vida del luchador. Sí han existido problemas, pues
hay mucha gente que te invita a echar relajo y llegan los excesos,
mismos por los cuales yo me separé de una relación anterior y que me
hizo tocar fondo al grado de estar en el piso”.
Y es que, en ocasiones, la nostalgia ha llevado al guapo a caer en las garras del alcohol.
“Mira, sobre el alcohol... yo no soy un bebedor fuerte, no soy un
alcohólico que se pueda tomar cuarenta botellas, de hecho yo me pongo
borracho con una botella; yo no sé tomar y ni quiero aprender, tan solo
soy una persona que se pasa con una botella mucho rato”.
Y es que caer en “el vicio” no es fácil para un deportista de alto
rendimiento, y mucho menos para una figura pública como lo es
Shocker.
“A mí me da mucha pena estar tomado, no me gusta que la gente me vea
alcoholizado. Me han visto, pero bueno, ya cuando estás pedo ya qué
puedes hacer. Lo peor que me puede pasar es tomar solo, pues se siente
muy fea la soledad”.
La imagen extrovertida que
Shocker encarna arriba del cuadrilátero difiere de la personalidad de Jaír Soria debajo de los encordados.
“Soy un tipo muy solitario, las cosas que a mí me pasan solo me las
quedo para mí, no se las platico a nadie, a pesar de tener mi psicóloga
de cabecera. No se las voy a contar, y es que he tenido una vida muy
rara, pues en mí influye mucho el que fui marino, y al verte con esa
imagen dices: yo tengo que salir adelante, y me levanto y comienzo
nuevamente".
Las repercusiones sobre los excesos en los que ha llegado a caer
Shocker no se han hecho esperar, por lo que en estos momentos continúa castigado en el CMLL.
“Sí, estoy castigado en el Consejo, esto fue por lo mismo de la
bebida, ya que falté a una función en la arena Coliseo, en noviembre. Y
no te voy a mentir, algún día subí tomado a luchar, pero comprendí que
el público se merece un respeto.
“Pero Dios sabe por qué hace las cosas, pues en estos momentos me
estoy dedicando a mi negocio, que poco a poco va subiendo. Eso sí,
todavía quiero dedicarme a la lucha libre, me ha dado mucho, no quiero
ser malagradecido, y creo que todavía me quedan tres o cuatro años más
de triunfos”.
Sobre el nacimiento de su negocio, un restaurante que se llama El Che Guapo, Jaír, motivado, relata:
“El Che Guapo nace porque yo soy carnívoro, me encanta la comida
argentina y siempre tuve la ilusión de tener un negocio de esto. Me
junté con un amigo que fue mi socio, él nos enseñó a preparar algunos
cortes, la idea eran tacos de cortes finos, pero al parecer gustaron más
los cortes, por lo que así se quedó.
"Le hemos batallado, pero el negocio va muy bien, por lo que ya
abrimos otra sucursal en Santa María la Ribera y hay muchos planes para
esto.
“Para el negocio lo importante es la gente, pues en ocasiones hay
gente que se va mentándote la madre, en el primer negocio nos pasó, fue
una locura, pues es un lugar muy pequeño y teníamos mucha gente”.
Respecto a las secuelas de la lucha libre en la humanidad de nuestro
protagonista y su lesión, este comenta, con el dolor plasmado en sus
ojos:
“Las lesiones son muy complicadas. Un día en Acapulco se me volteó el
brazo completamente, pero era tanta la adrenalina que me lo acomodé, lo
vendé y salí a luchar. La lesión en la rodilla va poco a poco, todavía
cojeo debido a que me dejaron la rótula unos centímetros arriba, pero
sigo trabajando, he engordado mucho, mi metabolismo ya no es el mismo,
pues tengo cuarenta años.
“Además, uno de mis más grandes proyectos es tener un hijo, estoy en
un tratamiento y creo que eso me hará sentar cabeza, pues ya hice y
deshice. Y si el tratamiento no pega estoy dispuesto a adoptar”.
Con toda la autoridad que tiene para hablar de las nuevas generaciones en la lucha libre,
Shocker es tajante sobre los nuevos valores:
“En mi forma de ver la lucha libre, la espectacularidad, en lugar de
ayudarla, la merma porque es lucha. Si quisiera ver voladores me voy al
circo, la gente quiere ver enfrentamientos, la lucha debe ser más
contacto, correr, planchar, brincar, codazos, castigos, eso es más
creíble.
“De hecho, muchos alumnos me han llegado a odiar, pues dicen que soy
un militar, pero las nuevas generaciones ya tienen todo a la mano,
además de que siempre lo he dicho: para ser un luchador hay que
parecerlo”.
Respecto a ello, el final del mil por ciento guapo no está lejos:
“En esta vida nadie es reemplazable ni indispensable, cada
quien tiene su propio ángel. Habrá jóvenes que se pinten el cabello y
digan que son guapos y tal vez lo sean, pero jamás serán mil por cinto
guapos”.
¿Qué significa para Shocker?
Negro Casas: "Mi maestro".
Último Guerrero: "Mi más grande rival".
CMLL: "Mi casa".
AAA: "Excelente empresa".
Lucha libre: "Mi vida".
Pato Soria: "Mi ídolo".
El Che Guapo: "El mejor".
Shocker: "Mi otro yo".
Jaír: "Un ser noble".
Fuente: Ooorale
Foto: CMLL
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