.
.
Tras 16 años de habitar la esquina técnica, la Princesa se cansó de ser la niña buena y bonita que todos aplauden y decidió transitar al bando oscuro
El 9 de enero de 2009 marcó una etapa de transición en la carrera de Princesa Blanca. Una serie de diferencias con sus compañeras de esquina la motivaron para dejar atrás 16 años en el bando científico. Ahora, a más de un año de haber incursionado en el terreno de las marrullerías, la Ana Bárbara de la Lucha Libre quiere ser la número uno dentro de la lucha femenil del CMLL.
"Ya pasó un año, sin embargo siento que voy empezando, porque cada año me propongo cosas nuevas, ahora tengo más ganas de darle batalla a mis rivales y dejarles en claro que soy una luchadora completa, que tengo para todas y que puedo manejar el estilo rudo y técnico, que puedo ser y voy a ser mucho mejor que el año que pasó, voy con todo", comentó la gladiadora.
Aunque la transformación de limpia a rufián no fue del todo sencilla, Princesa Blanca ha quitado, poco a poco, las piedras que le estorbaban en el camino para conseguir sus primeros objetivos, entre los que destacan el Campeonato Nacional Femenil y la cabellera de Medusa.
"Sentí la gloria cuando le arrebaté el cinturón a Marcela, porque es una rival muy difícil, está muy bien preparada, creo que tiene el doble de mi experiencia y siempre me ha hecho batallar y enfadar. No es una luchadora fácil, es como mi dolor de cabeza, pero siempre será una rival muy buena que merece respeto", señaló.
Precisamente, Marcela fue la principal causante de su cambio de esquina y la enemistad entre ambas crece como la espuma, lo que podría derivar en el choque de cabelleras.
"El conflicto con Marcela lo sigo teniendo, porque yo pensé que teníamos lejos de una amistad deportiva, una muy leal como personas, pero me defraudó en los dos sentidos y esa rivalidad seguirá".
Quiere unificar con Amapola
Mientras tanto, la mirada de Princesa Blanca también esta puesta en otras rivales, entre ellas, Amapola, con quien quisiera unificar campeonatos (Nacional y Mundial), para demostrar quién es la que lleva la sartén por el mango dentro de la Seria y Estable.
"Hace tiempo hicieron un torneo del Campeón Universal (varonil), entonces a mi gustaría dar un encuentro donde se vea que hay material de Amapola y mío, mostrar a la gente que la mujer va para adelante", apuntó la potosina, quien entre su lista de indeseables también aparece Lluvia.
"Está muchachita le está echando 'ganitas', pero ya le hace falta que alguien le jale las orejas y le haga sentir que esto es lucha y que no una fiesta, no es un baile donde tienes que estar con tus chambelanes y tu vestidito, hay que hacerle sentir que esto es lucha". manifestó.
Etapa técnica
Pese a que hoy en día está más que cómoda en el terreno de los sucios, Princesa Blanca considera que durante los 16 años que trabajó como científica su mayor satisfacción fue el enfrentar al grandes luchadoras desde el día de su debut, pero sobre todo, que esa esquina le permitió viajar a Japón.
"Al principio fue muy bonito, porque lo disfrutas, te sientes la niña buena, la niña bonita a la que todos aplauden y te sientes muy bien; sin embargo, con el tiempo sientes que algo te hace falta, que ya te encasillaste", comentó.
"Como técnica, me faltó vivir emoción, sentirla, vivirla en mi película, sentía que tenía color, matices, pero algo le faltaba, y de pronto dices ya es tiempo de probar nuevos aires y rudezas", sentenció.
Inspirada en Lola
Princesa Blanca recuerda con cariño aquellos días en los que, de la mano de sus padres, asistía a las funciones de lucha libre, momento en el que nació su gusto por el pancracio, donde se dio cuenta que el deporte de los costalazos también estaba abierto para el llamado 'sexo débil', fue cuando decidió subir a un ring para aprender los secretos del catch.
Una de las figuras que motivó a Princesa Blanca para convertirse en luchadora fue Lola González, a quien admiraba por la presencia que proyectaba en el rombo de batalla.
"Era espectacular, como niña me gustaba mucho su forma de caminar, cómo movía su cabello se veía muy sensual, entonces dije quizás tenga algo de ella y me pueda ver igual o mejor que ella. Posteriormente, me di cuenta que ella tenía un nivel luchístico muy avanzado".
Con el paso del tiempo, el destino le permitió conocer y compartir la esquina con la estrella que admiraba en sus años de aficionada, lo que le permitió recibir consejos y experiencias de Lola La Grande.
"Creo que también está orgullosa, porque alguna vez le manifesté que quería ser como ella y me dijo: te lo agradezco, pero ahora estás donde querías y ya me estás superando", finalizó.
Fuente; Record.
Foto: Superluchas
Fuente; Record.
Foto: Superluchas
.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario