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El exceso de confianza acabó en su momento con las máscaras de Talismán y Tierra, Viento y Fuego, al menos eso opinan ellos al recordar las batallas en las que Atlantis los destapó en la arena México.
En 1984, Talismán pensó que el Ídolo de los Niños no sería pieza y pagó con su capucha: “Fue un duelo que traía ya mucha historia en arenas de provincia y otras plazas de la empresa. Era un muchacho con ganas y la verdad es que me confié, no era nada pero el hambre le ayudó”.
Pese a la afrenta que le asestó le aconseja a su verdugo que no cometa el mismo error: “Que no se confíe, tiene mucha lona recorrida pero la liebre salta cuando menos se espera. Siento que es el
momento de la Sombra”.
Cinco años después de esa batalla, Tierra, Viento y Fuego se encontró de frente con una Atlantis más maduro que asegura, “tuvo mucha suerte”.
“Yo estaba en el estrellato y él no significaba nada para mi, ni siquiera como publicidad, pero tenía el factor suerte que siempre lo ha seguido. No tenía con qué ganarme y me acabó el exceso de confianza, fue la caída de un gigante en esa lucha”.
Menos dolido, Mano Negra reconoce que perdió ante un luchador hecho, “cuando lo enfrenté ya no era un novato, perdí contra un rival completo y en plenitud de facultades, es la desventaja que ahora le veo a él contra la Sombra y a eso debe apostarle mi paisano”.
Al joven lagunero le pide concentración total, “si gana no habrá quién lo pare, será una estrella sin oponente”.
Fuente: Fuego en el Ring
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