viernes, 6 de marzo de 2015

El Gigante dormido

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Aún hoy en día se escucha entre los pasillos de la Arena México el nombre de Antonio Peña, un hombre que paso del infame promotor de Lucha Libre a una ridícula exaltación idolátrica, un personaje al que poco o nada le debe la Lucha Libre. De sus tiempos como programador de la México catedral es recordado por los mejor enterados como el hombre astuto que fragmento la Empresa Mexicana de Lucha Libre, tomo su parte y dio comienzo a la aventura de la triple A, ciertamente siendo un imitador y carente de todo originalidad emprendió lo que los menos informados consideran la más grande las innovaciones en el mundo de la Lucha Libre Mexicana, la fundación de la tres veces estelar...


El mérito más importante del CMLL, el de su extraordinaria escuela que nació a la par de la empresa, está íntimamente arraigado al de sus fantásticas arenas. Con un prestigio por todos reconocido, sus sólidas bases y maestros de locura crearon el estilo insignia del consejo, y por ende de la Lucha Libre Mexicana, los grandes nombres de la lucha nacieron o fueron creados ahí, es el orgullo máximo junto a la Arena México del CMLL e inequívocamente también el origen de su infinita soberbia pues pocos en la Empresa Mexicana de Lucha Libre han sido durante su historia capaces de ver mas allá de sus propias narices.

Quizás uno de esos pocos hombres fuera Peña, ciertamente no lo fue Juan Herrera, y definitivamente nunca lo ha sido Francisco Alonso Lutteroth. La modernidad alcanzó al CMLL, una empresa que vive aprisionada en si misma, sometida al pobre criterio de hombres que no son de gerencia, llenando
sus arcas a costa de afición, Lucha y sus empleados, olvidando en el proceso la figura verdaderamente importante e irrevocable de la Lucha Libre: el luchador en si.

Muchas son las historias que se cuentan del despotismo de Peña, de como robó el nombre de la Parka a Adolfo Tapia con engaños y promesas; y si de engaños y promesas se trata, ya lo dijo el Hijo del Santo ”Quién sabe qué cuentas chinas le hagan a los luchadores a la hora de cobrar en el Consejo pues se paga con base a la demanda de taquilla por función realizada”.

Luchadores del tamaño de Cassandro también lo denunciaron en su momento, el mismo profesor Satánico arquetipo inamovible de la Lucha Libre, vive relegado del máximo escaparate de la Lucha Libre Mexicana por la estupidez instaurada como herramienta de trabajo en el día a día del CMLL y ya ni que decir del nepotismo que aísla a los egresados de su propia escuela de brillar en la hermosa Arena catedral.

Un hombre que no ve mas allá de sus narices es muy peligroso, sobre todo si le dan poder. La mediocridad del CMLL ha quedado hoy como nunca antes, al descubierto debido a estos limitados hombres, exponiendo la obsoleta cultura organizacional del Consejo Mundial de Lucha Libre, evidenciando una organización sustentada en valores extraviados y víctima de una miopía absoluta hacia la innovación que basando su progreso en su escuela y su legado son infinitamente incapaces de generar un escenario prospectivo sobre sí mismos, y lo que es peor, sobre la Lucha Libre... Mientras la gente siga asistiendo poca o mucha, ya Dios dirá... Místico solo hubo uno.

El regreso del México Americano Rey Mysterio no es un evento que debería pasar desapercibido para la que presume ser la empresa líder de Lucha Libre en el mundo, ni mucho menos por la comunidad de la Lucha Libre, Rey es un híbrido de la frontera norte del país, un joven emergente de una de las épocas más oscuras que la nación recuerde, su paso por la escena local fue tan breve como su estadía en AAA y sus mejores momentos siempre serán recordados por su éxito en el extranjero, sobretodo en los Estados Unidos, Rey regresa por segunda ocasión a México, ya no como aquel ingenuo luchador que perdería la máscara por voluntad de Eric Bischoff; Óscar Gutiérrez vuelve a buscar el digno retiro que merece, que se ganó pues a la par de un Mil Máscaras su nombre también esta escrito. En una época sin héroes en un México sometido a la infamia criminal resulta inmensamente necesario reencontrar a su lastimado pueblo con su raíz guerrera, con el valor de un sueño y el poderío de un sueño, indudable es que los méritos de Rey son todos, estandarte de una minoría, antes y ahora símbolo de una generación que lo necesita.

Los pasillos de la Arena México continuaran silenciosos y fríos así como se les conocen, nadie de sus visitantes deberá de hacer ruido alguno en los siguientes años por que en sus entrañas un gigante de 81 años duerme complacido en sí mismo, orgulloso y ávido de soberbia, pero ante todo miope; mientras tanto la antítesis de la verdadera Lucha Libre mexicana emerge poderosa, eclipsando a ese gigante y cobijando a este con su sombra, poniendo en un peligro circunstancial a la escuela Mexicana de Lucha Libre y reclamando también lo que se ha ganado por derecho propio, su lugar como la empresa más importante de lucha libre en el mundo, o en otras palabras... ¡Larga vida al rey!

Somos lucha, somos libres.

Foto: AAA
Texto Alejandro Descarado/Fuego en el Ring
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