Porra Fresa solo hay una y como ella ninguna

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• Cada lunes sin falta asisten a la Arena Puebla para apoyar a los luchadores técnicos; entre máscaras y gritos muestran su fanatismo

Desde hace cinco años la Arena Puebla no es la misma, si bien ya existía la porra ruda, no había una técnica, fue por ello que a principios de 2008 en la zona de Balcones de la coliseo poblana se emiten los gritos de apoyo a los científicos y las mentadas a los malignos.

Cuando corre la adrenalina a lo largo de cada una de las batallas y una algarabía indescriptible cuando el triunfo esta del lado de los buenos, la gente muestra su pasión para este deporte de la lucha libre.
Con el grito de guerra “Es un don de Dios ser Técnico” por parte de la única Porra Fresa que existe en el Consejo Mundial de Lucha Libre; la cual, lunes a lunes asiste a la histórica Arena Puebla para apoyar a los suyos.

Míster Elegancia como se le conoce al líder de este bando, relata que el nombre surge de un antifaz de una fresa luchadora, fue lo que nos inspiro a ponerle así a la Porra Fresa.

Ya sea solo, en familia o con amigos, el lado científico llega a disfrutar de este espectáculo, y es precisamente de entre esos aficionados donde surgen los integrantes de la Porra Fresa.

“Nació con varios amigos, antes no había porra técnica, por eso hace poco más de cinco años decidimos
poner la porra técnica, integrantes conformados por mi familia, por buenos amigos, por conocidos, en fin por muchas personas que vienen a pasar un rato agradable en esta Arena”, explicó Míster Elegancia.

Fieles al mismo estilo de los luchadores, donde no hay marrullerías, ellos disfrutan de cada una de las caídas, sin hacer recordatorios hacia las mamás, sin insultar a los de abajo o a lado, más que a los de enfrente con un “veo, veo, que es lo que ves, la porra ruda que puta es”.

“A diferencia de la porra ruda, que siempre se la pasa cotorreando, nosotros disfrutamos de la lucha libre, siempre ponemos algarabía con mentadas (hacia el bando contrario), como sabes en la lucha libre son mentadas de madre y cualquier cosa que haga chusco este deporte  se presta mucho para venir a desestrezarse, el ambiente es inigualable, ni en el béisbol oen el futbol se iguala este ambiente”, agregó.

Bien dicen que polos opuestos no son compatibles, así como el agua y aceite, hay algo en que ambas porras están de acuerdo, el ambiente sin comparación que invade cada lunes el coso luchístico de la Angelópolis que vibra al ritmo de maracas, tambores, cubetas, chicharras y campana, ambiente como no lo hay en otros coliseos.

“Conocemos a la porra de Tépito de México, pero acá generamos más algarabía, es más pasión la que se vive aquí, en México la porra ruda no tiene instrumentos y la técnica sólo un tambor, generamos más mayor algarabia que en cualquier otra arena”.

Y es que para ser de la porra fresa “se necesita un poco de locura y descontrol”, es un cántico de muchos que tenemos o uno para los rudos: “esto es una llave, esto es un candado, chinguen a su madre los del otro lado”.

A diferencia de otros deportes como el futbol, béisbol, básquetbol entre otros, la afición del equipo que pierde suele irse decepcionada, en cambio en la lucha libre no importa que bando es el que caiga, pues “cuando ellos te ofrecen un buen combate, disfrutas de la batalla aunque ganen los rudos”.

Aunque en el futbol las directivas les regalan el boletaje a sus grupos de animación para que cada quince días apoyen a un equipo y los estadios no luzcan vacios y sin ambiente. Aunque muchos pensaran que pasa lo mismo en la lucha libre, a los fresas no les importa pagar el costo total de su boleto para apoyar a los gladiadores.

“Como aficionados pagamos el cien por ciento, nadie me regala nada, venimos por afición y como te lo menciono, la porra fresa siempre vas a ver esa adrenalina, pasión, emoción y el amor a la lucha libre”.

A pesar de que los conceptos básicos de esta actividad ya no son lo mismo, pues sus peculiares estilos de llaveo a ras de lona han cambiado más a un espectáculo aéreo, donde ahora hay acrobacias, reglas, manteniendo el folklore propio del país.

Los enmascarados le dan una característica de autenticidad con respecto hacia la lucha de otros países, a los aficionados técnicos no les incomoda, al contrario, cuando se juegan la vida les agradecen el apoyo con una billetiza sobre el ring.

Fuente: David Portillo

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